INTEMPERIE
Ahora que la lluvia es cardo
y el resto no cura el desamparo,
cuando se come tus zapatos la tristeza
porque esperando al que no llega
envenenas los nombres que te auxilian
y no hay manos ni rostros ni amapolas
ahora,
amablemente,
sonreír como el viento
a los estantes llenos de palabras muertas,
estrenar la ceniza de los viajes que sueñan los puertos
y llorar
hasta que brille, otra vez,
lo que dejaste de sentir
Lluvia delgada de los Hércules
Raquel Garzón
High Noon
Plantas que hubiere en el corazón,
magnolias, olmos, paraísos,
gomeros, enredaderas, filodendros,
chopos, sauces, cedro blanco,
sombras que hubiere de ellos.
Arrasado fue todo y recreado.
Nadie cabalga el horizonte y llueve
sobre un pino, un vaso, un pajarito,
la selva que invade los caminos.
El paisaje es otro. Nadie llora.
Y el tren rompe el silencio.
Jorge Ricardo Aulicino
éter
Todo el éter
Nos atraviesa por la galería
En la oscuridad encendemos
Un fósforo
Vemos
Un éxodo infinito
José Villa
Actitudes
Como la que en días de lluvia intensa
entra en los claustros, esta luz
no ilumina; adherida a las paredes,
velada, apenas deja ver
lo que sucede entre nosotros.
Un trazado monocorde de preguntas
y de réplicas tardías, no más que eso,
cuando en la calle es la hora desierta
y los árboles del fondo
se agitan junto a la ventana.
Si cambiaras de actitud,
me vería obligado a mirarte al hablar,
incluso a acercarme,
pero los arrebatos del viento
sobre la naturaleza
cohiben cualquier deseo de acción,
dejando -como en una pecera-
que nuestras vidas giren en torno a nada.
D. G. Helder y Rafael Bielsa
En la tumba de Sartre
Tu no ser es mi
estar
sentando en esta tumba, en una
siesta de abril, bajo un sol
tierno, y en un lugar al que le dicen
el mundo -el gran en sí
descubierto, a pleno cielo,
sin la luz que titila adentro,
y en el que esta otra luz, de lo que está
sentado y, provisoriamente, nombra y te
nombra, va pasando, indecisa y lenta,
para que todo, para todos, por fin,
o para nadie, mejor, entero,
resplandezca. Hasta aquí se llega
por muchos
caminos.
Juan José Saer
CONFIRMADO:
llueven capocómicos del cielo, Comandante.
Bajan en paracaídas naranjas de los Hércules
del Sindicato de Artistas de Variedades,
que los trajo de los Institutos de rebaja de panza
(cerca de la Antártida Peruana),
donde no comieron nada cuatro meses.
Tanta seriedad por perforar
hacia atrás y hacia atrás los cinturones
impide la alegría de la gente que no vino:
Nicho de los ojos saltones de la risa mortífera
confiada en el propio vientre enorme piensa Polo.
Por eso tirarse de los Hércules,
desarmar paracaídas,
y entrar en los subtes,
y tocar charango y soplar moviendo el sikus
para que los pasajeros corroboren el color de su calzado.
Por eso las monedas insertas en las gorras
no suman los kilos necesarios
para aumentar el cuerpo de
los capocómicos tocando
para la risa de la gente que no vino.
Juglería, el modo del juglar
Como las personas de rústica alfabetización,
que, como en mi caso, no saben
expresarse en prosa sino que lo hacen en verso
así es como advierto al fin de cuentas,
que mi verso rudimentario
no es más que una incapacidad del habla;
la tartamudez del alma,
el apócope de un lenguaje expropiado.
La ambigüedad en el estribillo
como apósito para enmendar una falencia:
la de no creer en mi realidad.
Guillermo Neo
viejos fantasmas del pasado
abrí porfin mi corazon
como una profunda ventana
abierta de par en par.
y salieron huyendo los antiguos fantasmas del pasado
que en manada atravezaron mis ojos
como si hubiese estallado una tormenta.
quise callar, pero mis labios obedecian
los mandatos mas secretos que en clave
le ordenaba mi triste alma.
y termine atravezado por la tarde
que en tonalidades grices
trataba de arrancarme los ultimos suspiros del pecho,
mientras que en un oscuro lugar del planeta
yacia el ultimo y mas profundo
recodo de mi sentir
ancizar arana cruz
ESTOY CANSADO
Estar cansado tiene plumas,
tiene plumas graciosas como un loro,
plumas que desde luego nunca vuelan,
mas balbucean igual que loro.
Estoy cansado de las casas,
prontamente en ruinas sin un gesto;
estoy cansado de las cosas,
con un latir de seda vueltas luego de espaldas.
Estoy cansado de estar vivo,
aunque más cansado sería el estar muerto;
estoy cansado del estar cansado
entre plumas ligeras sagazmente,
plumas del loro aquel tan familiar o triste,
el loro aquel del siempre estar cansado.
Luis Cernuda
Si
Ahora que se ha mori
doy me cuenta
me quería.
Una vez
al oído
se animó a confesarme
clorofilia,
decía
sos mi fotosintensi
fotosintesi
fotosintesi
mia
Lucía Bianco
inmediato
el sudor que se escurre bajando tus piernas
me priva, me mata, me quema las venas
...si cierras tus ojos cuando mi alma
se plega , me mojas el alma me quemas sin tregua...
quiza mis palabras te vuelven mi hoguera...o talvez es tu falda ...que te vuelve mi presa...
alex
La invitacion
Si tú vienes...ésta noche seremos
un canto gregoriano un azul mediterraneo
un esfuerzo sobrehumano
un camino y sus esquinas
un bolero y sus compases
un deseo que la noche
huela a vino y tenga cuerpo
y el encuentro sea un pacto
y toque el alma. Si tú quieres...
...ésta noche tendremos
nuestra piel declamando sudores
nuestros dedos tocando calores
nuestras bocas oliendo sabores
nuestra urgencia exigiendo clamores
nuesta cama rezando promesas
nuestros gritos mostrando el camino
nuestras gotas llegando al destino.
Si tu dejas... ésta noche veremos
los silencios cantando sin sonidos
las palabras temblando sin descanso
las estrellas gimiendo sin vergüenza
la emoción declamando dulcemente
la canción galopando sin montura
el amor dibujando sus urgencias
elocuencias inclemencias y dolencias.
Si lo pides... ésta noche será entonces
un planeta sin fronteras la pregunta
y su respuesta dos amantes y sus juegos
una busqueda sin miendo un encuentro
de mutantes sin prejuicios conjugando
grito y eco ojo y brillo dia y luna
noche y playa sol y sombra el desierto
y sus camellos vela y viento cruz y espada.
Esta noche ¡no lo dudes!
Si tu vienes y me quieres...
si tu dejas y lo pides.
bruno kampel
Cuando todos se vayan
Cuando todos se vayan a otros planetas
yo quedaré en la ciudad abandonada
bebiendo un último vaso de cerveza,
y luego volveré al pueblo donde siempre regreso
como el borracho a la taberna
y el niño a cabalgar
en el balancín roto.
Y en el pueblo no tendré nada que hacer,
sino echarme luciérnagas a los bolsillos
o caminar a orillas de rieles oxidados
o sentarme en el roído mostrador de un almacén
para hablar con antiguos compañeros de escuela.
Como una araña que recorre
los mismos hilos de su red
caminaré sin prisa por las calles
invadidas de malezas
mirando los palomares
que se vienen abajo,
hasta llegar a mi casa
donde me encerraré a escuchar
discos de un cantante de 1930
sin cuidarme jamás de mirar
los caminos infinitos
trazados por los cohetes en el espacio.
Jorge Teillier
mis estimulos
mis estimulos son:
cantarte
celebrarte
soñarte
brindar por ti
escribirte poemas
guardarte mis labios y no se cuantas cosas màs
Tu respuesta es un:
Mirar como pasan en vano todos mis estimulos
naty